Los tratamientos tradicionales de la MTC ofrecen curas de vanguardia
En la edición en papel de enero del entrante 2019, la revista National Geographic incluirá todo un artículo relacionado con la milenaria Medicina Tradicional.
En la edición digital publicada este mes cuenta que, desde un punto de vista investigativo, la Medicina Tradicional China parece encontrarse en una nueva edad de oro. Los científicos de las principales universidades de Estados Unidos y Europa, incluidas UCLA, Duque y Oxford, así como muchas universidades de Asia, investigan y tratan de fortalecer los cimientos científicos de algunos tratamientos tradicionales para enfermedades como el cáncer, la diabetes y el Parkinson.

[…] La práctica de combinar el tratamiento moderno con el tradicional también se extiende entre los consumidores de la medicina alopática. Cuando no encuentran alivio en la medicina occidental, los americanos buscan cada vez más los tratamientos tradicionales, principalmente la acupuntura, cubierta hoy en día por la mayoría de las aseguradoras de salud; y a la aplicación de ventosas, una terapia para el tejido muscular que implica la succión y ha sido abrazada por muchos atletas profesionales. […]
[…] “La gente olvida que una de las medicinas más antiguas, más eficaces, científicamente probada, vino de la medicina tradicional: la aspirina”. Antiguamente, los egipcios usaron hojas secas de mirto para tratar dolores. Pero no fue hasta el año 1800 que los científicos europeos entendieron que el mismo ingrediente activo se encontraba también en el ácido salicílico, y lo sintetizaron. […]
A continuación puedes ver un reportaje, también de National Geographic, de cómo la acupuntura se aplica en los animales del zoológico de Washington, entre otros centros. En él, los especialistas explican que la acupuntura animal se practica probablemente desde que se inició su uso en humanos, principalmente en casos de dolor, daño muscular y nervioso: algunas de las áreas donde obtenemos mejor respuesta del organismo. Recordando que la acupuntura ayuda a que el cuerpo se autoregenere, con la estimulación de las agujas se consigue la liberación de químicos que reducen, por ejemplo, el dolor; efectos que se pueden medir clínicamente y cuyos efectos se conocen fisiológicamente. Y un apunte más: el efecto placebo no es posible en un animal en su primera aplicación, pues este no es capaz de imaginar ni prever el resultado de la acción que se le practica. Aunque ese tema, lo dejaremos para otra ocasión.
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