La acupuntura no solo sirve para el dolor
Estando inmersa en el estudio de la Medicina Tradicional China y el trato con los usuarios, a veces es fácil olvidarse de cómo la acupuntura es desconocida y lejana para la mayoría de los occidentales: desde la experiencia de recibir un tratamiento hasta la teoría subyacente.
Los mitos y conceptos erróneos sobre la acupuntura son rampantes en una sociedad cuya cultura médica está dominada por productos farmacéuticos, cirugías y otras intervenciones de reparación rápida. Generalmente, al que acude a la acupuntura la primera vez, le asaltan siempre las mismas dudas.
Estas son las tres cosas principales que más sorprenden a la gente acerca de la acupuntura.
La acupuntura no es solo para el dolor
Pregunta a cualquiera y la mayoría de las personas dirá que la acupuntura sirve para el dolor. Es cierto que la acupuntura puede hacer maravillas en esas condiciones: para todo, desde el dolor lumbar y de hombro hasta migrañas y molestias de la ATM.
Sin embargo, la acupuntura puede aliviar una gran variedad de dolencias que no tienen nada que ver con el dolor físico. Ya sea que tenga problemas digestivos, afecciones ginecológicas, problemas emocionales como ansiedad y depresión, asma, alergias estacionales, lo que sea, la acupuntura puede ayudar a abordar sus síntomas.
Los acupunturistas estudian durante bastante tiempo
Las personas tienden a desconocer el grado en que los acupunturistas se entrenan para poder ejercer su profesión. Muchos suponen que convertirse en acupunturista es similar a convertirse en un masajista o practicante de Reiki. No es así.
Como mínimo, un buen profesional de la acupuntura debe haber cumplido dos años de estudio, tras los cuales hará diversas extensiones para profundizar en las múltiples facetas que engloba la Medicina Tradicional China: microsistemas, Tuina, Fitoterapia, Nutrición, etc, buscando la capacitación práctica y la tutoría en forma de aprendizaje y seminarios de educación continua.
Es importante investigar el profesional al que se acude, ya que en nuestro país la técnica no se encuentra reglamentada y cualquiera, con un cursillo de pocas semanas (o incluso sin él) puede ejercer.
La acupuntura es relajante
«¿Así que te quedas quieto mientras alguien clava agujas en el cuerpo?»
«Sí.»
«¿Y eso no solo no duele sino que también te relaja?»
«¡Sí!»
Extraño, pero cierto. : )
Las agujas de acupuntura son sorprendentemente finas. No se parecen en nada a las agujas que se usan para las inyecciones o para sacar sangre (llegan a ser 6 veces más finas que estas). En la mayoría de los casos, la inserción de agujas de acupuntura no duele. Pueden producir una variedad de sensaciones, pero los usuarios frecuentes te dirán que no duele.
Una vez que las agujas están adentro, comienzan a obrar sus efectos, que es donde entra la parte de la relajación. La acupuntura ayuda a su cuerpo a salir del modo simpático (lucha o huida) y a entrar al modo parasimpático (descanso y digestión). Relaja el sistema nervioso, disminuye la tensión muscular y ayuda a calmar la cháchara interna.
Las personas que reciben acupuntura regularmente están familiarizadas con el término «acu-land» (algo así como “tierra de la acupuntura” en inglés), un lugar mágico donde muchos se encuentran durante y después del tratamiento. Es un estado de relajación maravilloso en el que te sientes más ligero, más tranquilo y mejor equipado para manejar el estrés. Deberías probar alguna vez.
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